Son seis los modelos de la empresa equipados con un sistema especial antivaho: Hathor, Neo, Noa, Endless, Trinity y Morpheus. Basta con mojar los cristales en el mar, ponérselos ¡y listo!
Anselmo Bozzoni
No es ningún secreto que el principal problema de las máscaras modernas es el empañamiento. Por lo demás, son comodísimas, o al menos lo son la mayoría de las que hay en el mercado. No entra agua, no dejan marcas en la cara incluso tras horas en el mar, ofrecen una excelente visibilidad y requieren muy poco aire para ser compensadas gracias a su volumen reducido. Pero esa neblina frente a los ojos lo arruina todo: arruina una jornada de pesca y nos hace volver a casa de mal humor.
Las empresas lo saben muy bien y, no en vano, están trabajando para abordar y resolver este problema, ya que, con los modernos siliconas, a veces ni siquiera los remedios clásicos de toda la vida funcionan: mechero, pasta de dientes, patata...
Así que han llegado al mercado varias soluciones para evitar que se empañen los cristales. Una de ellas ha sido desarrollada por Salvimar y, según ha escrito nuestro compañero Cristian Righetti, quien la probó en el mar, ¡realmente funciona!
El modelo probado se llama Hathor, al que la empresa ha dotado de lentes con Hydrophobic Glass; lo mismo ocurre con otras cinco máscaras de la marca.
"Fuimos los primeros en el mundo en utilizar una tecnología similar en máscaras de buceo", nos cuentan desde Salvimar. "El proceso de investigación sigue avanzando constantemente para mejorar su eficacia".
¿Pero cómo funciona este tratamiento?
En resumen, impide la formación de condensación gracias a la capacidad de la superficie de repeler las microgotas de agua, evitando que se conviertan en empañamiento. Resultado: un efecto antivaho inmediato y duradero.
"Al menos en condiciones normales", nos dicen desde Salvimar.
"En situaciones ambientales especialmente desfavorables, el tratamiento podría perder efectividad. Esto sucede, por ejemplo, cuando hay una gran diferencia de temperatura entre el agua y la cara, o si la máscara se coloca con humedad residual en el interior. En ese caso, será necesario usar un spray antivaho o frotar las lentes con una pequeña cantidad de saliva y enjuagar".
De acuerdo, no funcionará en todas las condiciones, pero si el sistema Hydrophobic Glass evita el empañamiento en la mayoría de los casos, ¡significa que Salvimar ha dado en el clavo!
Así lo piensa también nuestro Cristian Righetti, quien escribió en su prueba de la Hathor:
“Es extraño no tener que hacer ningún tratamiento antivaho casero. Estoy en Liguria preparando una competición por equipos en el mar de Porto Venere: la Copa Liguria. Una vez en la neumática, listo para ponerme la Hathor Antifog, la única acción que tendré que hacer para 'activar' el tratamiento será mojar las lentes en el mar sin siquiera frotarlas con los dedos. Y así lo hago. Tengo la clara sensación de que el agua resbala de inmediato y, de hecho, no noto ni una gota: ¡la lente está nítida! La máscara no produjo ni una gota de condensación, ni siquiera un amago de empañamiento. Increíble…”
Sí, porque —recalcan desde la empresa— el procedimiento antivaho es muy sencillo: basta con mojar los cristales con agua, sin necesidad de pasta de dientes, spray ni quemar los cristales. Solo algunas pequeñas recomendaciones:
evitar tocar el interior de las lentes con los dedos, lavarlas después del uso con una mezcla de agua y un jabón desengrasante suave, y dejar secar sin enjuagar. Además, evitar la exposición directa al sol.
En definitiva, consejos válidos para todas las máscaras, incluso las que no tienen sistemas antivaho.
Por lo demás, la Hathor se ha demostrado como uno de los mejores modelos del mercado. Es de dimensiones muy contenidas (pesa solo 138 gramos), utiliza silicona hipoalergénica y su superficie interna y externa está tratada con un acabado antirreflejo. El sistema de ajuste de la correa se basa en una hebilla con fijación micrométrica.
El cuerpo central se fabrica mediante un método especial de moldeo que fusiona en un solo bloque la falda de silicona, el finísimo marco de tecnopolímero y las dos lentes. El perfil de la nariz está bien definido, con dos áreas cóncavas a los lados que ayudan a la compensación y reducen el volumen interno.
Los cristales son el corazón de un estudio muy detallado. De hecho, Salvimar ha creado un corte especial para garantizar el máximo campo visual. Las lentes están muy cerca de los ojos y, al ponerse la Hathor, se percibe un ángulo de visión muy amplio.
“El efecto túnel, como ya se ha dicho, es mínimo —concluía Righetti en su prueba—. La visión se extiende especialmente bien hacia abajo y hacia los lados”.
En fin, si el buen día se ve desde la mañana, Salvimar parece haber dado un gran paso adelante para resolver el problema del empañamiento de las máscaras.